Era creencia popular en muchos lugares de Cataluña que, en la noche del 24 de Diciembre, durante la Misa del Gallo, la Virgen María bajaba a la tierra acompañada de un cortejo de ángeles, entraba en una casa y sentándose al lado de la chimenea cambiaba los pañales al Niño Dios al calor de la lumbre.
Cómo no se podía saber que casa escogería la Virgen para tal menester, todas las chimeneas quedaban encendidas y se dejaba dispuesta en cada hogar, una fuente con dulces y una jarra de leche por si a Nuestra Señora le apetecía comer algo.
En los pequeños pueblos de montaña, aún se conserva esta costumbre.
http://trenzas-trenzas.com/leyendacat.htm
Primera noticia de tal tradición. Cuanto aprendo aquí, jajajajajaj!
ResponderEliminarPues lo bueno es que también ha sido la primera noticia para mí, y eso que vivo aquí.
ResponderEliminarMuy buena noticia!! la verdad es que se aprende cosas nuevas jejeje
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