Bluatsauger




Bluatsauger es un vampiro típico de la región alemana de Bavaria.

De aspecto pálido y siniestro, este vampiro se alimenta exclusivamente de sangre, tanto humana cómo animal. Según las leyendas medievales, los Bluatsauger son las almas corruptas de los muertos sin bautizar o aquellos que han caído en las garras de la magia negra.

No se conservan leyendas previas a la edad media, las cuales, sin duda, existieron. Sólo nos queda un canon minimalista de tradiciones cristianizadas. En todas ellas el Bluatsauger huye inexorablemente ante el nombre del Señor.

Si bien la tradición popular alrededor de los Bluatsauger ha sido cristianizada, esto no atenúa el horror que causaban estos vampiros en la región germánica de Bavaria. Sus intervenciones son precedidas por el brote de la peste, aunque esta anunciación es francamente dudosa, debido a que el primero en morir durante la plaga era acusado de ser un Bluatsauger; acusación de difícil refutación.

Uno de los medios para impedir que el Bluatsauger se levante de la tumba era colocar un racimo de uvas bajo el mentón del cadáver sospechoso; aunque a veces alcanzaba con ponerle una moneda o una piedra en la boca.

Todos estos métodos no impiden la transformación de un cadáver en un Bluatsauger, sino que impiden su capacidad de moverse y, por lo tanto, de salir de su tumba. Para matar a un vampiro siempre hay que enfrentarlo directamente, esto sucede en todas las mitologías. No es posible eliminarlo antes de su metamorfosis, precisamente porque antes de alzarse como vampiro estamos en presencia de un muerto sin valor anecdótico

Todos sabemos lo enojoso que resulta matar algo que carece de vida; y este detalle no pasó desapercibido para los pueblos que creen en vampiros. Allí radica el motivo por el que abundan métodos y medicinas tradicionales cuyo único fin es limitar a la tumba la existencia de los vampiros.

La fisionomía del Bluatsauger es notablemente curiosa: carece de esqueleto -según vociferan las historias medievales- lo cual se traduce en un andar errante, gelatinoso. Su cuerpo tambaleante está cubierto por un pelaje grueso y negro. Siempre sale de noche, llevando un puñado de tierra de su propia tumba en el puño cerrado. Esta precaución se debe a que, cuando el Bluatsauger decide convertir a un humano a su propia raza infernal, lo obliga a comer esa tierra. Sólo de ese modo alguien puede convertirse en el infame Bluatsauger.


http://losotrosvampiros.blogspot.com/2011/03/bluatsauger.html

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