Cuenta la leyenda que hace muchos siglos, en el lugar donde hoy está el bello lago Engolasters, en Andorra, existía una población próspera, aunque con unos corazones muy duros. Un día de invierno apareció un hombre medio muerto de frío y de hambre. Rogó en diversas puertas que le dieran algo de comer y un techo donde cobijarse. Todos los habitantes le negaron la entrada. Finalmente acudió a la panadería. Allí pidió a la dueña:
“¿Puede, buena mujer, repasar con el cuchillo lo que quede en la panera y hacerme un poco de pan? ¡Es que me muero de hambre!”
Y así lo hizo la mujer, pero al ver que le salía un hermoso pan, decidió venderlo y echar al mendigo de sus aposentos. El pobre acabó marchándose de la panadería, maldiciendo y muerto de hambre y frío.
Una bella joven que pasaba por la puerta de la panadería vio lo que sucedía, y llena de misericordia le invitó a que recogiera una hogaza de pan del hostal donde vivía. El mendigo le besó las manos y le dijo:
“Gracias, chiquilla, pues tú has tenido compasión de mí; por lo tanto, vete corriendo y sólo así podrás salvar la vida”
Cuando la joven se marchó del pueblo, sonaron los truenos y una avalancha de agua se cernió sobre el pueblo, convirtiendo aquel llano en el lago que conocemos ahora.
También se dice que las brujas de Andorra ascendían hasta el lago para celebrar aquellarres, completamente desnudas. Más de un hombre de aquellos valles iba a verlas bañarse desarropadas. Cuando las brujas lo supieron hicieron un encanterio para que cualquier hombre que subiera al lugar se convirtiera, de forma inmediata, en gato negro. Cuenta la tradición que, al poco tiempo, Andorra se había llenado de gatos negros.
“¿Puede, buena mujer, repasar con el cuchillo lo que quede en la panera y hacerme un poco de pan? ¡Es que me muero de hambre!”
Y así lo hizo la mujer, pero al ver que le salía un hermoso pan, decidió venderlo y echar al mendigo de sus aposentos. El pobre acabó marchándose de la panadería, maldiciendo y muerto de hambre y frío.
Una bella joven que pasaba por la puerta de la panadería vio lo que sucedía, y llena de misericordia le invitó a que recogiera una hogaza de pan del hostal donde vivía. El mendigo le besó las manos y le dijo:
“Gracias, chiquilla, pues tú has tenido compasión de mí; por lo tanto, vete corriendo y sólo así podrás salvar la vida”
Cuando la joven se marchó del pueblo, sonaron los truenos y una avalancha de agua se cernió sobre el pueblo, convirtiendo aquel llano en el lago que conocemos ahora.
También se dice que las brujas de Andorra ascendían hasta el lago para celebrar aquellarres, completamente desnudas. Más de un hombre de aquellos valles iba a verlas bañarse desarropadas. Cuando las brujas lo supieron hicieron un encanterio para que cualquier hombre que subiera al lugar se convirtiera, de forma inmediata, en gato negro. Cuenta la tradición que, al poco tiempo, Andorra se había llenado de gatos negros.
5 comentarios:
Qau, cómo he disfrutado con esta historia. Genial.
El corazón tiene que reblandecerse casi siempre.
Y yo que quería ir a espiar .....
Preciosa leyenda, de nuevo ambientada en Andorra. Toda una lección encerrada en esta historia.
Un saludo
Hola,esta leyenda me gusta mucho y también me interesa.Me llamo Roberta, soy una chica italiana y estoy escribiendo mi tesis de doctorado sobre este fenomeno legendario y estas leyendas.Tamnbién en Cerdeña existen numerosas leyendas similares y tengo que hacer una confrontación sobre estas. no tengo muco material y por eso quería pedir os ayuda. Me podéis fornir títulos de libros adonde puedo encontrar esta leyenda y otras? mi email es claueroby@tiscali.it..para os ayuda seguro os nominaré en la tesis.graciasssss <3
Preciosa la leyenda. Yo escribí una obra de teatro para niños con este tema, es cortita, la interpretamos con niños y niñas de 9 anyos y ganamos el primer premio de "El Centre de la Cultura Catalana" en Andorra. Era en tono divertido....las minas, sobretodo, lo pasaron genial, y yo con ellas.
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