El Padre Canillas




Se cuenta que un mozo volvía a su casa a media noche después de hablar con su novia, cuando se cruzó con un sacerdote con el que trabó conversación. Al cabo de un rato de charla, el sacerdote le pidió el favor que le ayudara a celebrar una misa de penitencias que deseaba hacer en la intimidad en la capilla del Arco de San Lorenzo.

Ambos se dirigieron hacia allá y ya en la capilla, al quitarse el cura la ropa de abrigo, resultó que ya estaba vestido para la celebración. Comenzó a oficiar la misa con normalidad, pero al iniciar las primeras genuflexiones, el mozo comprobó aterrorizado que de las botas del cura asomaban los huesos desprovistos de carne y piel. De un brinco, abandonó la capilla y subió la cuesta a la carrera hasta llegar a la iglesia de Santiago, donde otro sacerdote, viéndole tan agitado, le paró e intentó calmarlo.

El mozo le contó lo del otro sacerdote que en vez de piernas, tenía canillas, como las de los esqueletos. Y el segundo cura se alzó la sotana y le mostró los huesos de las piernas, al tiempo que le preguntaba "¿Serían como éstas...?".

Es fácil entender que el mozo cayera enfermo de tanta impresión.

(Leyenda de Jaén)


http://www.grupomayorestelefonica.org/Paginas/PROVINCIAS/Jaen/index_files/leyendas_profanas.htm

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